22 dic 2010

Theodore Kaczynski, «Unabomber»

Por Ángel E. Lejarriaga


A lo largo de la Historia han surgido individuos que han emprendido cruzadas individuales contra el orden social, empleando diversas estrategias. Detrás de su impulso, en la mayoría de las ocasiones incomprendido, ha existido un cuestionamiento teórico de un modelo de vida que consideraban opresivo y alienante. Tehodore John Kaczynski —más conocido como «Unabomber»— ha sido uno de esos singulares individuos.
Kaczynski nació en Chicago, Illinois, en 1942. En sus primeros años de escolarización, tras una evaluación psicológica, se descubrió que poseía un cociente de inteligencia de 167. Tal vez a partir de ahí, como él mismo manifestó más adelante, su vida cambió radicalmente. Los profesores decidieron aplicarle un reajuste curricular, es decir, le adelantaron de curso. Ese presumible avance no supuso para él más que una desgracia, no solo no se adaptó a la nueva situación sino que sufrió maltrato escolar por parte de los compañeros. Si ya era retraído de por sí, esa experiencia le hizo encerrarse en sí mismo. Su madre llegó a sospechar que su hijo padecía el síndrome de Asperguer (un trastorno encuadrado dentro del espectro autista).
Aún así, el fenómeno intelectual que era Jaczynski no disminuyó en absoluto. A los 16 años entró en la Universidad de Harvard. Enseguida destacó en matemáticas; siempre había sido la asignatura más fácil para él.
Según consta en la documentación existente, durante ese periodo él y otros alumnos de Harvard fueron sometidos por la CIA a experimentos encubiertos sobre la influencia del estrés en el desarrollo de la personalidad. Es difícil imaginar las consecuencias que este hecho tuvo sobre su trayectoria posterior.
Superados sus estudios universitarios Kaczynski se matriculó en la Universidad de Michigan para doctorarse en matemáticas. Por su tesis Bounday Functions, recibió un premio al mejor trabajo académico del año.
Durante dos cursos impartió clases en Berkeley. Es en ese momento donde se produce una transformación interior que probablemente se había ido labrando desde hacía tiempo. Kaczynski lo dejó todo y se marchó a Montana en cuyos bosques se construyó una cabaña en la que vivió como un ermitaño durante casi treinta años, hasta el momento de su detención.
A lo largo de ese período apenas tuvo contacto con el mundo exterior, careció de electricidad y de agua corriente y salvo algunas aportaciones económicas de su familia prescindió del dinero.
A simple vista da la impresión de que su enfoque vital estuvo inspirado en Walden, de D. H. Thoreau (1817-1862), en el que el autor renegaba del desarrollo industrial en ciernes, haciendo una llamada a los ciudadanos para volver a los bosques a llevar una vida elemental, bajo la ética del respeto a la Naturaleza. Hoy en día a Thoreau se le considera un adelantado de la ecología y también el conceptualizador de la desobediencia civil.
Sea como fuere Kaczynski se oponía de manera absoluta a la sociedad tecnológica. Pregonaba el regreso a la «vida salvaje» y la «destrucción de la sociedad industrial moderna». Quería sustituir el orden alienante del mundo capitalista por otro fundamentado en la libre asociación de individuos en pequeños grupos sociales.
La estrategia utilizada para lograr esta meta fue bastante drástica. Durante 18 años se dedicó a mandar por correo bombas de pequeña potencia. Sus objetivos fueron diversos, desde el presidente de United Airlines, la Universidad de Berkeley, las oficinas de Boeing en Washington o la Universidad de Michigan, hasta una tienda de ordenadores, empresas de publicidad o la Asociación Forestal de California.
El balance de su actividad fue de tres muertos y más de veinte heridos y mutilados. Se dice que el FBI gastó 50 millones de dólares en la investigación.
En 1995 Unabomber mandó un manifiesto al Washington Post y al New York Times, ofreciendo dejar de mandar bombas a cambio de su publicación. El manuscrito se titulaba La sociedad industrial y su futuro. En dicho manifiesto mostraba sus ideas, condenaba la sociedad tecnológica, examinaba los conflictos que produce y denunciaba la opresión del individuo por dicho modelo.
Su militancia individualista finalizó tras la denuncia al FBI por parte de su hermano, a cambio de un millón de dólares de recompensa. En el año 1998 Kaczynski fue condenado a cadena perpetua. A. E. L.

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