Günter Grass, Premio Nobel de Literatura del año 1999, escribió una trilogía a la que denominó como Trilogía de Danzig, compuesta por tres novelas: El tambor de hojalata (1959), El gato y el ratón (1961) y Años de perro (1963). El contexto histórico geográfico en las tres es el mismo. La narración se sitúa en el periodo que transcurre entre 1939 y 1945 en la ciudad de Danzig. Quizá en esta obra Günter Grass (Danzig, 1927 - Lübeck, 2015) se aparta de la distancia emocional que aplicaba en su escritura hasta ese momento y deja que trasluzca la figura del amor como un elemento cohesionador de un grupo de niños que crecen deprisa porque el momento histórico así lo exige. A pesar de la tragedia que se desarrolla a su alrededor ellos tratan de vivir en un presente alegre y pleno de descubrimientos. El personaje central es Mahlke, atrevido y gran nadador, al que parece que todo le es indiferente y no lo es, más bien ocurre al contrario; de mayor quiere ganarse la vida con la profesión de payaso, porque adora tener público que admire sus proezas y ensalce sus chistes. Le encanta ser el centro de atención y ser considerado el mejor en cualquier actividad.
Su afán de protagonismo le lleva a obsesionarse con sumergirse en una zona donde un barco de guerra está hundido, para extraer de él pequeños objetos con los que obsequiar a los miembros de su grupo; todos le idolatran. Sus compañeros de colegio y andanzas le tienen siempre presente en sus conversaciones y se repiten unos a otros una anécdota que va a dar el título a la novela. Mahlke tiene una nuez muy marcada hasta el punto que un día un compañero le echó un gato encima y este atacó la nuez creyendo que se trataba de un ratón vivo.
Durante un tiempo el grupo consigue mantenerse al margen del desastre bélico hasta que las puertas de la guerra se abren y Mahlke tiene que dejar de buscar tesoros perdidos para alcanzar otras profundidades menos halagüeñas: la oscuridad de la contienda bélica. Y lo hace en las filas de las Waffen SS.
A temprana edad, poco más que un adolescente, tenía diecisiete años entonces, Günter Grass fue incorporado a una unidad de las SS. Cuando esta noticia saltó a la prensa, después de ser un escritor reputado, se le criticó por haber ocultado el hecho en sí. Él se defendió diciendo que en sus escritos quedaba claro su participación en las SS. El gato y el ratón se considera como una obra autobiográfica en ese sentido, pues narra las circunstancias en las que Grass y miles de otras personas jóvenes se incorporaron a la citada organización criminal al servicio del estado alemán. Sobre el tema el autor afirmó que, lamentablemente, los chicos de su edad, en aquella época, estaban fascinados por la imagen de fuerza y poder que organizaciones como las SS transmitían.
La novela está llena de contrastes extremos, por momentos, sobre todo en el principio, roza la ternura, para acabar con una muestra destemplada del horror de la guerra y del régimen nazi. Además, describe bien el ambiente en el que se educaron los niñas y niñas de aquellos años, adoctrinados en los colegios y empujados a ser partícipes de una pirámide de sacrificio sin parangón en la historia de la humanidad.
Su afán de protagonismo le lleva a obsesionarse con sumergirse en una zona donde un barco de guerra está hundido, para extraer de él pequeños objetos con los que obsequiar a los miembros de su grupo; todos le idolatran. Sus compañeros de colegio y andanzas le tienen siempre presente en sus conversaciones y se repiten unos a otros una anécdota que va a dar el título a la novela. Mahlke tiene una nuez muy marcada hasta el punto que un día un compañero le echó un gato encima y este atacó la nuez creyendo que se trataba de un ratón vivo.
Durante un tiempo el grupo consigue mantenerse al margen del desastre bélico hasta que las puertas de la guerra se abren y Mahlke tiene que dejar de buscar tesoros perdidos para alcanzar otras profundidades menos halagüeñas: la oscuridad de la contienda bélica. Y lo hace en las filas de las Waffen SS.
A temprana edad, poco más que un adolescente, tenía diecisiete años entonces, Günter Grass fue incorporado a una unidad de las SS. Cuando esta noticia saltó a la prensa, después de ser un escritor reputado, se le criticó por haber ocultado el hecho en sí. Él se defendió diciendo que en sus escritos quedaba claro su participación en las SS. El gato y el ratón se considera como una obra autobiográfica en ese sentido, pues narra las circunstancias en las que Grass y miles de otras personas jóvenes se incorporaron a la citada organización criminal al servicio del estado alemán. Sobre el tema el autor afirmó que, lamentablemente, los chicos de su edad, en aquella época, estaban fascinados por la imagen de fuerza y poder que organizaciones como las SS transmitían.
La novela está llena de contrastes extremos, por momentos, sobre todo en el principio, roza la ternura, para acabar con una muestra destemplada del horror de la guerra y del régimen nazi. Además, describe bien el ambiente en el que se educaron los niñas y niñas de aquellos años, adoctrinados en los colegios y empujados a ser partícipes de una pirámide de sacrificio sin parangón en la historia de la humanidad.
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