7 abr 2025

Aurora de sangre

AURORA DE SANGRE (1973)
Eduardo de Guzmán



Por Ángel E. Lejarriaga

 

Eduardo de Guzmán Espinosa nació en Palencia en 1908 y murió en Madrid en 1991. Es una pluma importante dentro de las letras hispanas y anarcosindicalistas. Sus orígenes fueron acomodados y cultos, hijo de un abogado y una maestra. Tras la muerte del padre, cuando contaba diez años, la familia se trasladó a Valladolid primero y dos años después a Madrid. Su vida en la capital resultó difícil, tuvo que ganarse el sustento con la escritura de cartas para personas que carecían del conocimiento de la lectura y la escritura. Así descubrió el que sería su oficio, el periodismo. Trabajó para el diario anarquista La Tierra. Algunos de sus artículos fueron muy relevantes como los dedicados a la matanza de Casa Viejas en 1933 y sobre la revolución asturiana en 1934. En1935 cerró La Tierra y Eduardo pasó a formar parte de otro medio periodístico, La Libertad, y colaboró con Frente Libertario. Dos años después llegó la Guerra civil y dirigió Castilla Libre

Terminada la contienda fue detenido en el puerto de Alicante y pasó por los campos de concentración de Los almendros y Albatera; de allí ingresó en la cárcel de Yeserías. Fue juzgado en un consejo de guerra y condenado a muerte en 1940. Un año después se le conmutó la pena por prisión. En 1943 salió de la cárcel. Formó parte del Comité Nacional de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). En 1951 volvió a ser encarcelado durante un año. Su vida, ya complicada de por sí, se complicó aún más. Fue inhabilitado de por vida para trabajar en un medio periodístico. Logró salir adelante gracias a sus traducciones para editoriales varias, y a la escritura de novelas de quiosco del oeste y policiacas; éstas las firmaba con diversos seudónimos: Edward Goodman, Eddy Thorny, Richard Jackson o Charles G. Brown. La cantidad de novelas que escribió supera la cifra de cuatrocientas. 

Desde el año 1969 trabajó en la agencia mexicana de noticias. Desde principio de los años setenta escribió en Tiempo de Historia, Triunfo, Índice y Diario 16. En esa época comenzaron a salir sus trabajos más conocidos: Aurora de sangre (1972) y su trilogía sobre la Guerra civil: La muerte de la esperanza (1973), El año de la victoria (1974) y Nosotros los asesinos (1976), obras que tuvieron un gran reconocimiento del público. El año de la vitoria recibió el Premio Internacional de la Prensa en 1975. Después vendrían 1930: historia política de un año decisivo, La II República fue así, España entre la dictadura y la democracia e Historias de la prensa. En 1978 fue rehabilitado como periodista. Siempre mantuvo su militancia libertaria.

Aurora de sangre. Vida y muerte de Hildegart (1973), que la Linterna Sorda ha publicado en dos ocasiones, en 2014 y en 2024, cuenta una historia que habría servido perfectamente a Lorca para inspirar uno de sus dramas universales, compuesto de amor, rebeldía y sangre. La vida de Hildegart Rodríguez Carballeira tuvo mucha relevancia durante los años en los que la joven pasó del anonimato a la palestra política y al acto final de su muerte, con apenas dieciocho años. Eduardo de Guzmán primero, luego el psiquiatra Guillermo Rendueles y después Almudena Grandes, la pusieron de actualidad no sólo por lo relevante del personaje dramático sino como agente político revolucionario en tiempos de la II República.

La novela describe las vidas de Aurora Rodríguez Carballeira y de su hija Hildegart, dos personajes sin duda singulares y trascendentes en una España como la nuestra, oscura y decadente. Cuando acontecen los trágicos sucesos Eduardo de Guzmán trabajaba en el periódico La Tierra, estaba muy familiarizado con la trayectoria de Hildegart, y al conocer los hechos sangrientos de su muerte se interesó especialmente por Aurora con la que mantuvo diversas entrevistas en la Cárcel de Mujeres de Madrid, donde fue encarcelada. A estas entrevistas le acompaño otro redactor del periódico, Ezequiel Endériz. Fruto de estos encuentros es este libro que cuenta con tres magníficos textos introductorios, uno de Ana Muiña, otro de Guillermo Rendueles y un tercero de Rafael Cid.

Aurora nace en el seno de una familia adinerada de padre librepensador estudioso de los denominados socialistas utópicos. Su educación no fue la propia de las mujeres de la época, en todo momento tuvo acceso a la magnífica biblioteca de su padre. Sus lecturas estuvieron decantadas por autores de los siglos XVIII y XIX. Eduardo de Guzmán cuenta la anécdota de que «Aurora, siendo pequeña, le dijo a su padre que ella quería tener una muñeca que hablara y tras la negativa del padre, por imposibilidad real, Aurora le afirmó que algún día poseería una muñeca con las facultades de un ser humano». Visto lo que sucedió después, la escena resultó premonitoria. El caso es que Aurora se dedicó a formarse, según su criterio, y a dar forma a la idea de crear un ser un humano perfecto, a ser posible mujer, que ayudara a la humanidad a liberarse de las cadenas de la opresión. Ese ser amasado por ella misma, evidentemente, estaría dirigido por ella y cumpliría a rajatabla su programa. Claro, surgía un problema importante, la concepción de la criatura. Esto lo solucionó con su apareamiento con un individuo que consideró idóneo para el acto; contacto que ejecutó maquinalmente, con repugnancia y ausencia total de placer, según su propio testimonio. Eduardo de Guzmán nos narra que Aurora estaba muy contenta con su proyecto al que dedicaba su vida entera. Los resultados que obtuvo con Hildegart fueron sobresalientes, o más bien excepcionales, pues la niña fue un prodigio en cuanto a capacidad de aprendizaje se refiere y a un elevado razonamiento. A muy temprana edad hablaba varios idiomas y se licenció en derecho, aparte de iniciar otras carreras universitarias; escribió numerosos artículos y libros, dio conferencias políticas de avanzado contenido, formó parte de la UGT, de las Juventudes socialistas y del PSOE, al que atacó de manera furibunda, acusándole de estar traicionando a la clase que decía representar. Defendió un feminismo que superó al existente en su tiempo, codeándose con algunas de las fundadoras de Mujeres Libres, organización que tendría una gran relevancia dentro del movimiento de liberación de las mujeres en el período fatídico de la Guerra civil.

Eduardo de Guzmán describe muy bien los logros de la joven Hildegart, pero también las penurias psicológicas que sufría. Aurora reprimía cualquier tipo de manifestación mundana por la que su hija se interesara; la acompañaba siempre, la censuraba, la vigilaba, la chantajeaba emocionalmente. Hacía con ella todo lo contrario que proclamaba. Hildegart vivía sometida a la férrea dictadura de su madre.

Al final la tensión entre los deseos de libertad de Hildegart y el control paranoico de Aurora fue insoportable para ambas. De Guzmán dice que la joven de 18 años quiso romper las cadenas que la oprimían y separarse de su madre. Aurora le confesó que la mató porque ella se lo había pedido.

La obra es muy intensa desde el principio hasta el final. Se cuentan muchas cosas interesantes, del tiempo en el que vivían ambas mujeres, de los acontecimientos políticos que las rodeaban, de su implicación en ellos, de sus propios sentimientos, las confesiones de Aurora en la cárcel, el juicio.

Hildegart y Aurora Rodríguez Carballeira son dos personajes de la historia de España, pero también de la historia de las mujeres, a fin de cuentas ambas quisieron trascender el mundo que habían heredado y lucharon, cada una a su modo, por el nacimiento de una era mejor caracterizada por la dignidad, el humanismo, la solidaridad y la justicia social.

Se puede complementar esta reseña con otro artículo de este blog: La virgen rojaEn él se hace una extensa reseña biográfica de ambas mujeres y se presenta la obra que Hildegart produjo en su corta vida.


OBRA


· Madrid, rojo y negro. Milicias confederadas (1938). Reeditada con fotografías inéditas en 2023 por La linterna sorda ediciones.

· Aurora de sangre: vida y muerte de Hildegart (1972), llevada al cine en 1977 bajo la dirección de Fernando Fernán Gómez, con el título Mi hija Hildegart. Reeditada en 2014 por La linterna sorda ediciones y ahora en 2024.

· 1930: historia política de un año decisivo (1973)

· España entre las dictaduras y la democracia (1976)

· La Segunda República fue así (1977)

· Historias de la prensa (1983)

· La tragedia de Casas Viejas, 1933. Quince crónicas de guerra, 1936 (2007)

Trilogía Memorias de la Guerra

1. La muerte de la esperanza (1973)

2. El año de la victoria (1974)

3. Nosotros los asesinos: memorias de la guerra de España (1976)


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