LA VELOCIDAD DE LA LUZ (2005)
Javier Cercas
Por Ángel E. Lejarriaga
Javier Cercas (Cáceres, 1962). Con cuatro años su familia emigró a Gerona, aunque nunca ha roto los vínculos con su pueblo natal, Ibahernando. Desde la adolescencia se interesó por la literatura. Con veintitrés años consiguió el título de licenciado en Filología hispánica en la Universidad Autónoma de Barcelona. Doctorándose más tarde en la misma disciplina. Dio clases durante dos años en Urbana, en la Universidad de Illinois (EEUU). En 1989 se convirtió en profesor de literatura española en la Universidad de Gerona. A partir de esa época comienza a escribir en prensa, siendo en la actualidad un colaborador habitual de la edición catalana del diario El País. Hasta el año 2001 era un autor poco conocido, hasta que se publicó su novela Soldados de Salamina, que fue reconocida internacionalmente. Los beneficios económicos de esta obra le llevaron a tomar la decisión de dedicarse exclusivamente a la escritura. En 2003 se estrenó la película del mismo nombre bajo la dirección de David Trueba. A partir de este éxito literario ha escrito obras muy reconocidas como La velocidad de la luz (2005), Anatomía de un instante (2009), Las leyes de la frontera (2012), El impostor (2014) o El monarca de las sombras (2017).
El estilo de Cercas se caracteriza por mezclar ficción y datos históricos contrastados. No hay dos novelas parecidas, todas son una indagación que en pocas ocasiones tiene respuesta. En una entrevista comentó que cuando inicia una trama tiene una idea muy vaga sobre cómo se va a desarrollar; se introduce en ella y deja que la historia funcione por sí misma de un modo espontáneo.
Al día de hoy forma parte de la Real Academia de la Lengua, ocupa la silla que quedó vacante al morir Javier Marías en el año 2022.
“Ya nos unía a los dos una de esas corrientes subterráneas de complicidad que a los adultos nos cuesta a menudo meses o años establecer”.En un primer momento comparten su gran amor por la literatura pero luego, según avanza el tiempo, lo que les une es un misterio: la desaparición del propio Rodney. Esta desaparición me volvió a recordar otra, la de Fanshawe en La habitación cerrada, de Paul Auster. Tanto en La velocidad de la luz como en la novela de Auster, los protagonistas tratan de buscar a los desaparecidos, reconstruir sus vidas, entender el porqué de su decisión. En la novela que nos ocupa la vida de Falk se desgrana a partir de dos tiempos diferentes, hay un antes y un después, ese después es su participación en la guerra del Vietnam; se fue al ejército como un joven alegre con toda una vida de ilusiones por delante y volvió convertido en un extraño taciturno, ermitaño, ensimismado, irreconocible.
“(...) En el ánimo de muchos norteamericanos estaba todavía tan viva como el 29 de marzo de 1973, día en que, después de la muerte de casi sesenta mil compatriotas, muchachos que rondaban los veinte años en su mayoría, y de haber arrasado por completo el país invadido, lanzando sobre él diez veces más bombas que sobre toda Europa a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, el ejército estadounidense salió por fin de Vietnam”.Nuestro escritor, obviamente, quiere escribir por encima de todo, y al final lo hace con éxito, pero siente que tiene una tarea pendiente de resolver. En el texto Cercas aprovecha la ocasión para escudriñar las debilidades del ser humano, en la experimentación de la culpa, en cómo ciertas circunstancias nos convierten en personas que no somos, o sí lo somos pero no querríamos serlo.
Los cuatro capítulos que componen la novela hacen un recorrido por la amistad entre los dos amigos, y describen la vida de nuestro escritor, su juventud, su inmersión en la edad adulta, y en lo que le va aconteciendo durante todo ese recorrido. Además, el autor describe la pasión que envuelve al protagonista por la escritura y los costes que ésta tiene, tanto si tiene éxito como si no lo tiene.
“Ya sabes lo que decía Óscar Wilde: 'Hay dos tragedias en la vida. Una es no conseguir lo que se desea. La otra es conseguirlo'. En fin, lo que quiero decir es que nadie muere por haber fracasado, pero es imposible sobrevivir con dignidad al éxito. Esto no lo dice nadie, ni siquiera Óscar Wilde, porque es evidente o porque da mucha vergüenza decirlo, pero así es. De modo que, si te empeñas en ser escritor, aplaza todo lo que puedas el éxito”.El tránsito por los años es arduo, con desequilibrios, satisfacciones y fiascos, y en el horizonte la visión de encontrar unas respuestas que no llegan.
“No sé, al final a lo mejor es verdad que sólo hay dos tipos de personas: las que actúan mal y siempre creen que actúan bien, y las que actúan bien y siempre creen que actúan mal. Al principio mi padre era del primer tipo, pero luego se convirtió en un campeón del segundo”.
OBRAS
Novelas
· 1987 - El móvil
· 1989 - El inquilino
· 1997 - El vientre de la ballena
· 2001 - Soldados de Salamina
· 2005 - La velocidad de la luz
· 2009 - Anatomía de un instante
· 2012 - Las leyes de la frontera
· 2014 - El impostor
· 2017 - El monarca de las sombras
· 2019 - Terra Alta
· 2021 - Independencia
· 2022 - El castillo de Barbazul
Artículos
· 1998 - Una buena temporada
· 2000 - Relatos reales
· 2006 - La verdad de Agamenón
· 2016 - Formas de ocultarse
· 2023- No callar. Crónicas, ensayos y artículos 2000-2022
Ensayos
· 1993 - La obra literaria de Gonzalo Suárez
· 2016 - El punto ciego
Otros
· 2002 - Una oración por Nora
· 2003 - Diálogos de Salamina: un paseo por el cine y la literatura
· 2013 - Cartes entre Sant Jordi & el Drac
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