24 may 2012

No hay libertad en la miseria (V)


En una calle cualquiera



Por Ángel E. Lejarriaga



ABUELA 1.—¿Qué está pasando ahí?
ABUELA 2.—No sé; hay un hombre sentado en el suelo, apoyado en la puerta del banco.
ABUELA 1.—¿Está enfermo?
ABUELA 2.—La gente le rodea pero no se acerca a él.
ABUELA 1.—Seguro que le sucede algo.
ABUELA 2.—No puedo verle bien.
ABUELA 1.—¡Oiga, joven! ¿Qué es lo que sucede?
JOVEN 1.—¿No lo ve?
ABUELA 1.—No, no lo veo.
JOVEN 1.—Hay un hombre, de unos cuarenta y cinco años, sentado en el suelo y tiene un cartel en el que explica lo que le ocurre.
ABUELA 2.—¿Pide limosna?
JOVEN 2.—No, señora. No pide dinero. Pide justicia.
ABUELA 1.—¿Justicia? ¡Qué raro!
JOVEN 1.—Es que le quieren desahuciar.
ABUELA 1.—¡Desahuciar! ¿Qué es eso?
JOVEN 3.—Un banco le va a quitar la casa.
ABUELA 2.—¿Por qué?
JOVEN 1.—¡Por qué va a ser! No tiene dinero para pagar la hipoteca.
JOVEN 2.—Lleva dos años sin trabajo y se le ha acabado el subsidio por desempleo.
ABUELA 1.—¿Cómo los sabes, hijo?
JOVEN 2.—Lo pone en el cartel que hay a su lado.
ABUELA 2.—No lo veo.
JOVEN 1.—Pase, si puede.
ABUELA 1.—Hay mucha gente delante.
ABUELA 2.—Yo quiero leer lo que ha escrito.
OBRERO 1.—¡No empuje, señora!
ABUELA 2.—Es que quiero ver.
OBRERO 1.—No hay nada que ver.
ABUELA 1.—Sí, hay que ver.
JOVEN 4.—Señora, ¿quiere una entrada?
ABUELA 2.—¡No seas grosero, niño!
ABUELA 1.—No me he traído las gafas. No entiendo lo que hay escrito.
ABUELA 2.—Dice que tiene mujer y dos hijos pequeños y que este banco le va a quitar la casa. Pide justicia.
ABUELA 1.—¡Está encadenado a la puerta! Nadie puede entrar.
ABUELA 2.—No sé qué va a conseguir haciendo esto.
OBRERO 1.—Por lo menos hace que se entere todo el mundo.
OBRERO 2.—Y nos enseña a los demás lo que está sucediendo en el país y lo que nos puede pasar a cualquiera de nosotros.
OBRERO 3.—Mientras unos lo pierden todo, otros aumentan sus fortunas.
ABUELA 1.—¡Qué pena!
ABUELA 2.—¡Qué va a ser de él y su familia!
JOVEN 1.—Los echarán a la calle como a perros y tendrán que mendigar.
OBRERO 1.—No hay justicia para los pobres.
ABUELA 1.—¡Así es la vida!
OBRERO 2.—La vida es lo que nosotros queramos que sea.
ABUELA 2.—Siempre ha habido ricos y pobres.
OBRERO 1.—Los ricos existen porque nosotros lo permitimos.
OBRERO 3.—Habría que cortar cabezas.
JOVEN 1.—Con la violencia no se consigue nada.
OBRERO 1.—¿Y esto qué es?
ABUELA 1.—Otra guerra no.
OBRERO 2.—Para vivir así, sería mejor acabar de una vez, quemándolo todo.
ABUELA 2.—¡No diga esas cosas, hombre!
ABUELA 1.—Podemos darle dinero.
JOVEN 2.—¿Le damos un euro, señora?
ABUELA 1.—Es mejor que nada, ¿no?
JOVEN 2.—¿Y qué hace con un euro o dos, o cien?
ABUELA 1.—Puede comprar comida.
OBRERO 1.—No necesita caridad sino justicia.
JOVEN 3.—¡Cuidado, vienen los antidisturbios!
OBRERO 1.—¡Seis furgones para una sola persona!
OBRERO 2.—La pobreza les da miedo, la quieren meter debajo de la alfombra, que no se vea.
POLICÍA 1.—¡Circulen o cargamos! ¡Está prohibido reunirse sin autorización gubernativa!
ABUELA 1.—No hacemos nada malo.
POLICÍA 1.—¡Señora, váyase a su casa y deje de importunar!
ABUELA 2.—¡Nosotras venimos de la compra!
POLICÍA 3.—¡Circulen! ¡Circulen!
OBRERO 1.—¡No empuje!
POLICÍA 3.—¡Circulen!
POLICÍA 4.—¡No quiero ver a nadie en la acera! ¡Corten el paso!
POLICÍA 2.—¡Vamos, circulen! ¡No se puede pasar!
JOVEN 4.—¿Por qué no podemos ir por la acera?
POLICÍA 1.—¡Por que no y basta!
JOVEN 4.—No lo entiendo.
POLICÍA 1.—Usted no tiene nada que entender.
JOVEN 4.—Tengo mis derechos.
POLICÍA 1.—¡O se calla y se marcha o le detengo!
ABUELA 1.—Cómo se han puesto por nada.
ABUELA 2.—No piensan ni tienen sentimientos.
ABUELA 1.—Están cortando la cadena.
ABUELA 2.—Le han tirado al suelo y lo están esposando. Se lo llevan detenido.
JOVEN 1.—¡Mercenarios!
ABUELA 1.—¿Lo van a meter en la cárcel?
JOVEN 2.—De momento no, señora. Solo dejan el paso libre al banco.
ABUELA 2.—¿Qué van a hacer con él?
JOVEN 2.—Lo llevarán a una comisaría y en unas horas le soltarán con una multa.
ABUELA 1.—¡Pero si no tiene dinero ni para comer!
JOVEN 1.—Al Estado le da igual.
ABUELA 2.—¿Por qué pasa esto?
OBRERO 1.—Por que es un delito ser pobre.


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9 comentarios:

  1. Parece que lo has grabado de la calle. No importa. Él diálogo insólito entre desconocid@s representa una de las miles de conversaciones que se producen a diario en nuestras calles. Si pudiéramos traducir el texto a imágenes veríamos el desconcierto en las ancianas, la rabia en los obreros más maduros, la incertidumbre en los jóvenes. El personaje caído no importa porque en realidad todos estamos en el suelo, debajo de la arbitrariedad de sus botas.

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  2. ¡Qué gracia! (dentro de la desgracia). Esas dos abuelas representan perfectamente a la mía.

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  3. Las abuelas son unas cachondas y podrían hacer mucho por la "causa" si se implicaran. A ver si se atrevían a cargar contra ellas los antidisturbios.

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  4. Buena pregunta. Al menos sabemos lo que no es. La etapa en la que vivimos lo representa muy bien. ¿Alguien se atreve con esta pregunta?

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  5. Proudhon, por ejemplo, desea una justicia que exista por sí misma, que se demuestre a la conciencia y que no se apoye en la divinidad ni en ningún otro factor extraño que suponga un obstáculo. La justicia sería "el sentimiento de nuestra dignidad en el prójimo, y recíprocamente de la dignidad del prójimo en nuestra propia persona", una especie de respeto a la dignidad humana, espontáneo y recíproco, que se manifiesta en cualquier circunstancia. Proudhon insiste en el principio de igualdad, como algo inmanente a la condición humana.

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  6. Delito y Castigo en la Sociedad Libertaria. Recomiendo este enlace en el que se analizan estos conceptos. Tengamos presente que cuando hablamos de Justicia lo hacemos desde un punto de vista de opresión: es la justicia del poder que sufren generalmente los oprimidos. En una sociedad igualitaria, sin opresores ni oprimidos la situación sería diferente y por tanto el enfoque muy distinto.
    http://www.alasbarricadas.org/forums/viewtopic.php?f=1&t=41239

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  7. No creo que tengamos que darle más vueltas a las cosas, tod@s somos muy distint@s. Tenemos necesidades básicas iguales. Es decir, en lo objetivo compartimos un espacio común. En la subjetividad es donde diferimos. Potenciemos el Apoyo mútuo. Recomiendo leer a Kropotkin. En este blog he visto que está el libro. Salud

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  8. Pienso que la Justicia es algo cultural, dependiendo de donde se desarrolle la vida de la persona se le llama Justicia a una cosa u a otra, cada sociedad marca sus leyes y sus castigos si no se cumplen.
    En la que me ha tocado vivir siento que tristemente se encuentra cargada de tintes clasistas: siempre va a ser diferente la Justicia que puede “pagar” una persona con poder adquisitivo a la de una persona que no cuente con recursos económicos, tanto para defenderse ante acusaciones, “juzgar” o simplemente hacer “su justicia”. Con esto quiero decir que lo que es “injusto” es que la “justicia” se pague ya que debería ser igual para tod@s, esto me parece muy contradictorio, además de desfasado para la vida actual y poco práctico.
    ¿Qué es lo justo, lo injusto, las leyes, quién tiene el derecho de juzgar, de condenar, de decidir si una cosa es buena o no lo es? ¿Qué es lo justo y lo injusto, y desde que prisma se ve?¿ Desde lo que para una persona es la justicia de manera individual o desde la justicia que se dirige hacia el bien común?
    Me gustaría que la “Justicia” fuera igual para tod@s, sin distinciones dependiendo de posiciones sociales y con unas leyes prácticas que se guiaran hacia el bien común.
    En un mundo JUSTO, tod@s deberíamos ser iguales ante las leyes y ante la justicia en la práctica, lo que es injusto es que la gente sufra por culpa de unas leyes que las han hecho desde un punto de vista que siempre beneficia a los mismos.
    Es injusto que nos quiten la dignidad, el amor propio, la ilusión, las ganas de lucha por cambiar todo hacia un mundo mejor...y que conviertan todo esto en una sociedad pasiva esperando que se arreglen las cosas solas o tocadas por una varita mágica...
    Me siento utilizada y manipulada por su “justicia”.

    Perriflautica

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