TODO VA A MEJORAR (2022)
Almudena Grandes
Por Ángel E. Lejarriaga
Esta novela es la última de la escritora madrileña Almudena Grandes (1960-2021), publicada de manera póstuma un año después de su fallecimiento, en 2022. En esta otra la autora da un giro de trescientos sesenta grados en su trayectoria literaria, la que había llevado hasta ese momento. Sus novelas se han caracterizado por un cierto realismo social, vinculadas a las vidas cotidianas de sus personajes, con los que nos podíamos identificar fácilmente, enmarcadas en contextos históricos que nos son propios: la Guerra Civil, la postguerra, y así hasta nuestros días; siempre definidas por una gran sensibilidad y penetración psicológica a la hora de describir a los personajes. Digamos que el conjunto de sus novelas son un compromiso con su tiempo y con ella misma, con lo que ha vivido o ha sabido que se vivía a su alrededor. También ha reflexionado sobre los derroteros que lleva nuestra democracia en el siglo XXI. Aunque toda su obra en general es relevante, yo consideraría de obligada lectura sus "Episodios de una guerra interminable" conjunto de novelas compuesto por Inés y la alegría (2010), El lector de Julio Verne (2012), Las tres bodas de Manolita (2014), Los pacientes del doctor García (2017), La madre de Frankenstein (2020) y Mariano en el Bidasoa (inconclusa).
Todo va a mejorar (2022) está ambientada en un futuro próximo que se parece mucho al presente, al de hoy día. Describe una España que tras sufrir una serie encadenada de crisis, entiéndase económicas, sanitarias y climáticas, ha entregado su soberanía a una élite tecnócrata, que se autodenominan como expertos: Movimiento Ciudadano ¡Soluciones Ya! Este movimiento está liderado por un empresario que se cree una especie de mesías, al que se le conoce como el Benefactor. En lugar de dar un golpe de Estado a la vieja usanza tan española, el poder se ha consolidado a través del consentimiento popular: unas elecciones manipuladas pero apoyadas mayoritariamente por la ciudadanía, que obviamente ha confundido eficiencia con justicia y orden con libertad.
El Benefactor, figura que recuerda tanto a líderes populistas fascistoides como a tecnócratas, instaura un régimen aparentemente pragmático, que promueve un discurso de mejora colectiva, progreso rápido y bañado con un optimismo infantil. Sin embargo, tras la fachada de eficiencia y modernización, se esconde una dictadura de las modernas, de las de ahora, encubiertas, que podríamos denominar posmoderna: los derechos civiles son recortados, las libertades individuales sacrificadas en nombre del bien común y la vigilancia digital se convierte en omnipresente. El consumo, la tecnología y la precarización se convierten en herramientas de control más eficaces que la tradicional represión. ¿No nos suena lo que cuenta? Yo diría que lo estamos viviendo ya, ¿verdad?
La novela se articula a través de una estructura coral, unas de las señas de identidad de la escritura de Almudena Grandes. Múltiples voces, desde militantes desencantados hasta funcionarios del nuevo régimen, pasando por jóvenes rebeldes y ciudadanos comunes, se entrelazan para componer un fresco social variado y amplio. Esta forma de narrar permite a la autora mostrar la complejidad de una sociedad atrapada entre el miedo, la apatía y una resistencia silenciosa.
Cada personaje representa una dimensión del nuevo régimen: los que se benefician de él, los que lo sufren, los que lo combaten desde dentro y los que tratan de sobrevivir. Cuando lees el libro no parece que te enfrentes a una dictadura, lo mismo se puede pensar hoy de EEUU, Israel, Rusia, Hungría, Polonia y tal vez no tardando mucho España, pero si nos damos cuenta, en nuestro caso concreto, a lo largo de los años las libertades fundamentales, de expresión, de reunión y de manifestación, se han ido encorsetando progresivamente; para ello han utilizado leyes que no se han derogado como La Ley Mordaza, o la Reforma Laboral, ambas, aunque se han reformado levemente siguen intactas. Por el hecho de votar, de que tengamos esa capacidad, parece que gozamos de las libertades citadas en la Constitución pero la realidad es otra. Evidentemente es una contradicción que la novela refleja. Aparentemente el “sistema” es funcional, pero le sostienen nuestros miedos, falta de coherencia y contradicciones. Este enfoque recuerda a otras novelas de amplio reconocimiento como 1984 de George Orwell o Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. A pesar de todo, Almudena Grandes no cierra las puertas al optimismo, aunque este sea un deja vu pues regurgita una salida que es calcada a la que hizo el franquismo con la tan mentada y torticera “Transición”.
“No os ofrezco el poder político, no os ofrezco el poder económico. Os ofrezco absolutamente todo el poder.”Quizá la gran virtud de esta novela sean las reflexiones que plantea, que la ciudadanía mundial tiene en este tiempo sobre su mesa: ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a renunciar a nuestras libertades por una supuesta seguridad? ¿Qué sucede cuando el lenguaje del marketing sustituye al debate de ideas? ¿Dónde queda el derecho a disentir o a hacer oposición cuando la crítica es criminalizada, es decir, es presentada como traición?
“Todo es mentira, y donde no existe la verdad, no puede existir la libertad.”La novela plantea una crítica feroz al individualismo neoliberal, a la despolitización de las masas, a la incultura política e ideológica y al uso de la tecnología como herramienta de manipulación. No ofrece soluciones, naturalmente, pero sí hace una llamada de atención de que los derechos y libertades hay que defenderlos constantemente.
“En una dictadura, la expresión estar en libertad no significa lo mismo que ser libre.”El carácter póstumo de la novela le añade una dimensión dramática. Almudena Grandes, enferma durante el proceso de escritura, sabía que ésta podía ser su última obra. Quizá lo que describe es una especie de testamento para los que quieran entenderlo. Hay un aviso en sus páginas de lo que puede estar por venir, por no decir que ya lo tenemos encima. Al mismo tiempo expresa mucha ternura e ingenuidad en la forma en que presenta la resistencia de personajes muy diferentes a los que imaginamos como potenciales luchadores antisistema. Tal vez nos dice: "Esto es lo que puede pasar". Y nos pregunta: "¿Qué estáis dispuestos a hacer para evitarlo?" El final de la novela lo debería escribir cada persona que la lea. Es todo un reto.
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