Este no es el camino

Por Ángel E. Lejarriaga

Este no es el camino,
quizá no lo hay,
yo no lo conozco.

Mis pasos se deslizan
sobre arenas candentes
con un mensaje corrosivo
que penetra por los poros de mi piel
como un virus hambriento de dominación
pero no entiendo su lenguaje.

Este desaliento de palabras
me indica algo muy propio,
los pasos que doy
no avanzan por el sendero que persigo,
están fuera de lugar,
amparados en un movimiento ciego
que me desasosiega
hasta producir dolor.

Puedo detenerme y
mirar el desconsuelo que me rodea,
puedo hacerlo,
hastiado de kilómetros y
fatigas sin premio
mas no lo hago
porque no me han enseñado
a congelar mis músculos,
a contemplar estático
las motas del polvo
que flotan en el aire,
a dejar que una humedad gris
hecha de conformismo
se deslice por mi piel,
escribiendo sensaciones inéditas.

No sé prescindir de los pasos deseados
ni de contar minutos,
sí soy capaz de mirar expectante
la vida que dejo atrás y
la que tengo enfrente,
mi misión elegida es el vértigo,
el vagabundeo constante,
la ambición de llegar más lejos,
a ese lugar inconcreto
que no tiene nombre

04/05/2023