4 sept 2024

La buena vida y sus líneas rojas


Desayuno en Tiffany’s (1958)
Truman Capote


Por Ángel E. Lejarriaga

Truman Streckfus Persons escribió siempre bajo el pseudónimo de Truman Capote. Nació en 1924 en Nueva Orleans, Luisiana (EEUU) y murió en 1984 en Los Ángeles, California (EEUU). Su infancia fue bastante difícil, sus padres se divorciaron cuando él era pequeño y desde ese instante su vida dejó de tener raíces, pues los cambios de domicilio que sufrió fueron incesantes, aparte del hecho de la mala relación con su madre; adoptó el apellido Capote del segundo marido de ésta.

Fue un joven precoz en cuanto a la literatura se refiere, a los 21 años publicó un relato titulado Miriam (1945). Su primera novela fue Otras voces, otros ámbitos (1948) que tuvo cierto éxito. A esta le seguirían Un árbol de la noche y otros cuentos (1949), El arpa de hierba (1951) y Se oyen las musas (1956). Su constancia en el mundo de las letras tuvo su premio, primero con Desayuno en Tiffany’s (1958) y más tarde con A sangre fría (1966). Hasta que alcanzó la fama fue un escritor incansable, tanto de artículos periodísticos, como de guiones para el cine, de obras de teatro, de relatos y, por supuesto, de novelas; incluso hizo algunos intentos de medrar como actor, pero sin éxito. Se le ha definido con a un escritor realista que era capaz de analizar a sus personajes con una gran profundidad psicológica.

Aparte de la escritura, en su tiempo fue una importante figura dentro de la vida social neoyorkina sobre todo entre la «gente guapa adinerada». Sus amistades en la alta sociedad norteamericana y el mundo del espectáculo le proporcionaron abundante material para sus novelas, lo que a la larga le costó caro. En sus escritos, tanto periodísticos como literarios, aparecieron personas, que él convirtió en protagonistas, algunos identificables, que conocía en la intensa vida social que llevaba. Sin embargo, fue precisamente esa gente la que le condujo al ostracismo más absoluto. Tras la publicación en Esquire del artículo La Côte Basque, 1965, en el que describía interioridades de esa sociedad exquisita en la que se desenvolvía como pez en el agua. A partir de ahí, su presencia en la noche glamurosa de Nueva York dejó de ser grata e inició una caída en el alcohol y las drogas que concluiría con su muerte por insuficiencia hepática.

Sus estudiosos han destacado que la vida que llevó Truman Capote influyó significativamente en su obra literaria. Por ejemplo, su difícil infancia; siempre se sintió abandonado y con una permanente búsqueda de señas de identidad; algo que tal vez esté reflejado en alguno de sus personajes como la Holly Golightly de Desayuno en Tiffany’s, obsesionada con la idea de pertenecer a algún lugar en el mundo. La relación con su madre fue más que complicada desde el principio de su vida. El contacto con ella, incluso de adulto, siempre fue tenso y doloroso; se puede decir que no recibió demasiado apoyo de ella. Hay que destacar también su interés por el periodismo de investigación. A sangre fría (1966) fue el resultado de varios años de pesquisas y entrevistas a los responsables del crimen de la familia Clutter en Kansas. En esta novela la fusión entre investigación y ficción alcanza las más altas cotas de exquisitez. Luego están sus adicciones y demonios internos, que se traslucen también en algunos de sus personajes. Capote era un enamorado de Nueva York y de la sofisticada vida que llevaban algunas de las personas de clase alta con las que se codeaba. Estos ambientes son detallados en sus escritos con un tono admirativo y en ocasiones con sorna.

Pero hay más aspectos a destacar que también influyeron en su trabajo literario. Por ejemplo, su sexualidad, en aquella época la homosexualidad no estaba precisamente bien vista, pero él nunca se ocultó ante nadie, más bien al contrario. Además, hay que hacer referencia a su relación de amistad con Harper Lee, autora de la famosa novela Matar a un ruiseñor (1960). Su amistad se inició en la infancia y duró hasta la muerte de él. Lee colaboró con Capote en la investigación de A sangre fría, y se ha dicho que el personaje Dill de su novela Matar a un ruiseñor está inspirado en el propio Capote.

Desayuo en Tiffany’s (1958) es una novela corta que gira alrededor de una joven encantadora y ambiciosa, Hoylly Golightly, que vive en Nueva York, lo mismo que el narrador, que no sabemos quién es pero que nos recuerda mucho a un joven Truman Capote que busca desesperadamente vivir de la literatura. Ambos residen en el mismo edificio. Holly es popular en su entorno por el tipo de vida que lleva que se podría calificar de «glamurosa», centrada en una vida cotidiana que puede resultar sorprendente por su exuberancia, donde visita los mejores garitos nocturnos de la ciudad, los más caros, y se deja acompañar y querer por millonarios de toda laya y condición, incluyendo a mafiosos.

El narrador recuerda a Holly y cuenta lo que conoce de su pasado lleno de incógnitas, dejando claro sus humildes orígenes. Holly desea progresar en la vida, gozar de todo aquello de lo que carece y se consuela mientras mira el escaparate de la joyería Tiffany’s, la máxima representación del triunfo y la belleza. Capote la describe como una superviviente del gran sumidero que es Nueva York, obligada a reinventarse cada nuevo despertar. Aparentemente es ingenua y despreocupada pero según el lector se introduce en la historia puede observar el realismo y astucia con que resuelve los problemas que le van saliendo al paso, es decir, sin demasiados escrúpulos.

Capote nos sitúa en los años 40 de Nueva york, ciudad que describe con una cierta melancolía. La historia es introspectiva aunque Holly dé un baño a la narración hilarante y superficial. Según el punto de vista desde el que se analice la novela podemos hacer diversas lecturas de ella. Holly puede parecer frívola, extravagante, ambiciosa, mas con un comportamiento que une fiesta y prostitución de lujo. Las relaciones que mantiene con sus ricos acompañantes no son sólo diversión, existe una comercialización de sus encantos. Resultas evidente que busca seguridad y bienestar puramente material, para lograrlo mercadea con su encanto y con su cuerpo. La imagen que dio la película «Desayuno con diamantes», dirigida por Blake Edwards y protagonizada por Audrey Hepburn, es edulcorada y falsa, tiene moraleja, al final el amor la salva. El texto de Capote no tiene nada que ver con el film; de hecho, no le gustó nada. Porque, se mire como se mire, Holly se prostituye a diario sin sentir culpa o arrepentimiento, tampoco es obligado tenerlo, en absoluto considera que sea una víctima. Se podría decir que considera su conducta como una consecuencia directa de su libertad, sin sopesar una carga moral negativa punitiva. Maneja su vida como un coctel cargado de una parte de ingenuidad y otra de un uso, siempre medido, de su atractivo, intentando con su ingesta sobreponerse a las limitaciones sociales de las que ha partido.

OBRAS

Novelas

· Otras voces, otros ámbitos (1948)
· El arpa de hierba (1951)
· Desayuno en Tiffany’s (1958)
· A sangre fría (1966)
· Plegarias atendidas (1987, póstuma)

Relatos Cortos

· Miriam (1945)
· El invitado del Día de Gracias (1948)
· Un árbol de noche y otros cuentos (1949)
· La casa de las flores (1951)
· Música para camaleones (1980)

Obras de Teatro

· La casa de las flores (1951)
· El arpa de hierba (1952, adaptación teatral de su novela)

Guiones

· The Innocents (1961, adaptación de “Otra vuelta de tuerca” de Henry James)
· Beat the Devil (1953, coescrito con John Huston)

No Ficción

· Los perros ladran (1973, colección de ensayos)
· Música para camaleones (1980, incluye relatos cortos y no ficción)
· Obras Póstumas y Recopilaciones
· Un placer fugaz (1980, colección de relatos)
· Retratos (2004, colección de entrevistas y perfiles)

Capote también escribió numerosos artículos y relatos para revistas como The New Yorker, Harper’s Bazaar y Esquire.












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