7 may 2018

El juicio del arlequín

Por Ángel E. Lejarriaga



Vuelvo a Arthur Robert George Solmssen (1928-2018). Por cierto, acaba de morir, en concreto el 23 de abril; que la tierra le sea leve; contaba 89 años. No está nada mal, espero que en la medida de lo posible los disfrutara.

Como es bien conocido, Solmssen saltó a la fama universal de la literatura con Una princesa en Berlín (1980), publicada en España en 1982. El juicio del arlequín se publicó en nuestro país en 2009 por la Editorial Pàmies. Originalmente había sido editada en los EEUU en 1971, es decir era bastante anterior a la segunda. Dicha edición pasó inadvertida para propios y extraños, de hecho se encuentran pocas críticas sobre ella, y la mayoría son corta y pega. Es cierto que entre la aparición de su novela más famosa y esta habían pasado veintisiete años, y eso hace que un autor sea difícil de seguir. Yo supe de la existencia de esta edición por casualidad, la encontré en la mesa de una librería en la que había numerosos libros saldados.

Aunque en España se la denominó El juicio del arlequín, su nombre original no se parece a este ni por asomo: Alexander’s Feast (La fiesta de Alexander). Quien haya leído Una princesa en Berlín que no piense que se va a encontrar la misma intensidad narrativa que en esta
, las trescientas noventa y seis páginas de El juicio del arlequín van por otros derroteros, aunque sí tratan de describir con fidelidad el contexto histórico en el que se desarrolla, como ya ocurre con la otra.

En esta novela saltamos literalmente de Filadelfia a Europa, en concreto a Austria, en un período, 1961, en que el muro de Berlín está a punto de nacer (agosto de ese año), las dos superpotencias se disputan la influencia política y geoestratégica del mundo. Nuestro protagonista se desenvuelve entre negocios de altura en los que trabaja, la búsqueda de sentido para su vida, un amor del pasado que reaparece con intensidad y el contexto de tensión política internacional ya mencionado. En la obra se cita la Guerra Civil Española y el periodo que transcurre entre la primera y la segunda guerra mundial. Por sus páginas desfilan algunos de los descendientes de personajes que aparecieron en Una princesa en Berlín.

El protagonista es Graham Anders, un abogado de pro, inmerso en una crisis existencial que abarca desde su trabajo a su matrimonio. Un viaje no previsto a Salzburgo hace que su pasado y su presente le exploten —él hizo su servicio militar en esa ciudad al finalizar la Segunda Guerra Mundial—. Por un lado se encuentra la enigmática figura de su padre muerto en la Guerra Civil Española en extrañas circunstancias, por otro Paola von Fyrmian, su gran amor austriaco, que muchos años después sigue tan arrebatadora como en el momento que la conoció. Graham tiene treinta años pero en realidad es viejo porque soporta el gran peso de una vida insatisfactoria.

La novela tiene varias partes. Una la componen las aventuras y desventuras de Graham, que salta de amante en amante, tratando de llenar un vacío interior que parece insaciable. Todo lo que es lo ha heredado, lo cual no le quita mérito; vive acomodadamente. La segunda parte nos retrotrae e 1947, a su vida en Salzburgo y su intensa relación con la bella Paola von Fyrmian. De este período surgen muchos recuerdos que tienen que ver con la reconstrucción de Austria y Alemania, con el nazismo y con los judíos supervivientes al holocausto que escapaban como podían a Palestina. La tercera parte se sitúa en la guerra fría y en una escuela en la que una especie de ONG estadounidense imparte unos cursos de verano, pura propaganda, a la que acuden ciudadanos escogidos de toda Europa.


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