Dai Sijie (1954) es un cineasta chino afincado en Francia que saltó a la fama internacional precisamente por esta novela escrita en el año 2000, publicada en el 2001 y que fue el segundo libro más vendido en su país adoptivo ese año.
La novela Balzac y la joven costurera china es autobiográfica. Dai Sijie procede de una familia de médicos que durante la Revolución Cultural impulsada por el líder carismático chino Mao Zedong, pasaron unos años en la cárcel, él mismo fue enviado a una zona rural para ser “reeducado” por los campesinos mediante el trabajo duro. Superada su reclusión entró en la universidad y estudió Historia del Arte. Más tarde estudió cine. A raíz de esa experiencia fue becado para ampliar su formación fuera de China. En un primer momento quiso viajar a Japón pero el gobierno decidió por él y le mandó a Francia en 1984, lugar en el que inició su carrera como cineasta y más tarde como escritor.
Su filmografía es: Chine ma douleur (1989), El comilón de luna (1994), Tang, el undécimo (1998), Balzac y la joven costurera china (2002) y Las hijas del botánico chino (2005).
En lo que se refiere a su obra literaria, cuenta con cinco novelas, siendo la primera la más alabada y laureada: Balzac y la joven costurera china (2001), El complejo de Di (2003), Una noche sin luna (2007), La acrobacia de Confucio (2011) y Tres vidas chinas (2012).
Ni que decir tiene que hubo película sobre Balzac y la joven costurera china, dirigida por el propio Dai Sijie y Nadine Perront. Incluso llegó a estar nominada a los Globos de Oro. El film no fue tan famoso como la novela pero tuvo una buena acogida del público. Hasta donde yo conozco, nunca se ha llegado a estrenar en China.
La obra nos cuenta, con un lenguaje directo y sencillo, las peripecias de dos muchachos chinos de 17 y 18 años, que durante la dirección del país por la férrea mano de Mao Zedong, fueron condenados a la “reeducación” en la frontera de Sichuan, en un pueblecito incrustado en una montaña perdida, “El fénix del cielo”, de difícil acceso y aún más difícil vida. Tanto sus padres como ellos habían sido considerados por las autoridades fieles al “partido” como “enemigos del pueblo”.
En este pueblecito sobreviven como pueden, en realidad llevan la misma vida que los habitantes del lugar, mientras mantienen el sueño de volver a sus vidas anteriores. Esa vida para ellos es un infierno porque proceden de familias acomodadas, sus padres son médicos y dentistas.
Los hechos narrados se desarrollan durante la denomina Revolución Cultural, también denominada Gran Revolución Cultural Proletaria. Dicha “revolución” se desarrolló en China entre los años 1966 y 1976, y estuvo auspiciada por Mao, máximo mandatario del país y presidente del Partido Comunista Chino. El objetivo de este movimiento era erradicar definitivamente todos los elementos contaminantes de la sociedad capitalista y también de la sociedad china tradicional. El resultado de la experiencia fue bastante desastroso, China se paralizó económicamente y su desarrollo literalmente se detuvo.
La novela cuenta esto pero sin entrar de lleno en el tema, con distancia. Para los dos chicos, desde luego, es una experiencia muy negativa que cambia sus vidas radicalmente.
En un primer momento, aparte de escenas sobre lo duro de su día a día, el autor destaca la experiencia de los dos muchachos como generadores de espectáculo para gentes que no saben nada del mundo exterior: uno les cuenta películas malas coreanas y el otro toca el violín para ellos. El proyecto funciona y el alcalde les permite viajar a unas sesiones de cine en una población que dista dos días de viaje para que así puedan traer nuevo material narrativo a los habitantes del pueblo. Para los habitantes, los dos chicos son una especie de marcianos, que les despierta la curiosidad y les atraen.
En un segundo momento, en ese ir y venir, conocen a otro desterrado, “Cuatroojos” que posee un secreto: una maleta repleta de libros occidentales con títulos de Balzac, Dumas o Stendhal entre otros. Para ellos un libro es un acontecimiento que les permite evadirse de la vida de esclavos que llevan por lo que la maleta es un objeto de deseo. Es obvio que si descubrieran las autoridades, o sus representantes, los libros, estos serían destruidos, por lo que tienen que hilar muy fino no solo a la hora de leer sino también de esconderlos.
En estas vicisitudes conocen a la “sastrecilla”, ellos la llaman así porque es la hija de un sastre. Los dos se van a enamorar de ella aunque solo Luo será quien disfrute de su compañía. El narrador, que no tiene nombre, es el propio autor, y siempre permanece a la sombra del florido amor de los dos amantes.
Hay momentos en que barajan diferentes posibilidades para salir de aquella montaña y otras en que piensan que nunca la van a abandonar. Gracias a los libros y a la chica sus vidas se dotan de sentido. El amor y la cultura se convierten en los pilares que les sostienen.
Aparte del suceso biográfico en sí vivido por el autor, podríamos decir que Dai Sijie nos transmite un mensaje importante, una especie de fábula cuya moraleja es que la cultura puede salvarnos en los momentos más oscuros.
La novela Balzac y la joven costurera china es autobiográfica. Dai Sijie procede de una familia de médicos que durante la Revolución Cultural impulsada por el líder carismático chino Mao Zedong, pasaron unos años en la cárcel, él mismo fue enviado a una zona rural para ser “reeducado” por los campesinos mediante el trabajo duro. Superada su reclusión entró en la universidad y estudió Historia del Arte. Más tarde estudió cine. A raíz de esa experiencia fue becado para ampliar su formación fuera de China. En un primer momento quiso viajar a Japón pero el gobierno decidió por él y le mandó a Francia en 1984, lugar en el que inició su carrera como cineasta y más tarde como escritor.
Su filmografía es: Chine ma douleur (1989), El comilón de luna (1994), Tang, el undécimo (1998), Balzac y la joven costurera china (2002) y Las hijas del botánico chino (2005).
En lo que se refiere a su obra literaria, cuenta con cinco novelas, siendo la primera la más alabada y laureada: Balzac y la joven costurera china (2001), El complejo de Di (2003), Una noche sin luna (2007), La acrobacia de Confucio (2011) y Tres vidas chinas (2012).
La obra nos cuenta, con un lenguaje directo y sencillo, las peripecias de dos muchachos chinos de 17 y 18 años, que durante la dirección del país por la férrea mano de Mao Zedong, fueron condenados a la “reeducación” en la frontera de Sichuan, en un pueblecito incrustado en una montaña perdida, “El fénix del cielo”, de difícil acceso y aún más difícil vida. Tanto sus padres como ellos habían sido considerados por las autoridades fieles al “partido” como “enemigos del pueblo”.
En este pueblecito sobreviven como pueden, en realidad llevan la misma vida que los habitantes del lugar, mientras mantienen el sueño de volver a sus vidas anteriores. Esa vida para ellos es un infierno porque proceden de familias acomodadas, sus padres son médicos y dentistas.
Los hechos narrados se desarrollan durante la denomina Revolución Cultural, también denominada Gran Revolución Cultural Proletaria. Dicha “revolución” se desarrolló en China entre los años 1966 y 1976, y estuvo auspiciada por Mao, máximo mandatario del país y presidente del Partido Comunista Chino. El objetivo de este movimiento era erradicar definitivamente todos los elementos contaminantes de la sociedad capitalista y también de la sociedad china tradicional. El resultado de la experiencia fue bastante desastroso, China se paralizó económicamente y su desarrollo literalmente se detuvo.
En un primer momento, aparte de escenas sobre lo duro de su día a día, el autor destaca la experiencia de los dos muchachos como generadores de espectáculo para gentes que no saben nada del mundo exterior: uno les cuenta películas malas coreanas y el otro toca el violín para ellos. El proyecto funciona y el alcalde les permite viajar a unas sesiones de cine en una población que dista dos días de viaje para que así puedan traer nuevo material narrativo a los habitantes del pueblo. Para los habitantes, los dos chicos son una especie de marcianos, que les despierta la curiosidad y les atraen.
En un segundo momento, en ese ir y venir, conocen a otro desterrado, “Cuatroojos” que posee un secreto: una maleta repleta de libros occidentales con títulos de Balzac, Dumas o Stendhal entre otros. Para ellos un libro es un acontecimiento que les permite evadirse de la vida de esclavos que llevan por lo que la maleta es un objeto de deseo. Es obvio que si descubrieran las autoridades, o sus representantes, los libros, estos serían destruidos, por lo que tienen que hilar muy fino no solo a la hora de leer sino también de esconderlos.
En estas vicisitudes conocen a la “sastrecilla”, ellos la llaman así porque es la hija de un sastre. Los dos se van a enamorar de ella aunque solo Luo será quien disfrute de su compañía. El narrador, que no tiene nombre, es el propio autor, y siempre permanece a la sombra del florido amor de los dos amantes.
Aparte del suceso biográfico en sí vivido por el autor, podríamos decir que Dai Sijie nos transmite un mensaje importante, una especie de fábula cuya moraleja es que la cultura puede salvarnos en los momentos más oscuros.
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