20 ago 2024

Despropósito nocturno

Por Ángel E. Lejarriaga



¿Qué es estar solo? ¿No relacionarse? ¿Vivir en ese mundo interior que se oculta en nuestro cerebro? ¿Necesitamos realmente a todo lo demás, los objetos de la realidad, los animales no humanos y humanos? Es decir, ¿nuestro cerebro pensante los necesita en cuanto suponen fuentes de estímulos? ¿La existencia se reduce a simple estimulación cerebral y a respuestas conductuales adaptativas? ¿Podríamos existir al margen de nuestros cuerpos, relacionándonos con entes digitales o simplemente imaginados? ¿La cordura y la locura tienen algo que ver con nuestra relación con lo que nos rodea? ¿Qué hace que un estímulo sea agradable o desagradable: el aprendizaje, la herencia genética? ¿Nuestro procesamiento de información interior realmente puede ser autónomo? ¿Podemos pensar y tomar decisiones por nosotros mismos?

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