EL FULGOR Y LA SANGRE (1954)
Ignacio Aldecoa
Ángel E. Lejarriaga
Ignacio Aldecoa (1925-1969). El fulgor y la sangre (1954) formaría parte de una de sus trilogías proyectadas que quedó inconclusa, ésta dedicada al mundo de los toros, los gitanos y la guardia civil, interés que recuerda mucho a Federico García Lorca. La novela nos introduce en la vida dentro de una casa cuartel de la guardia civil, en un rincón olvidado de la castilla profunda. En dicho lugar viven los guardias, sus mujeres y sus hijos e hijas, los que están casados.
La trama se desarrolla en veinticuatro horas, y parte de la noticia de que uno de los guardias que estaba de servicio fuera del cuartel ha resultado muerto, mas no se sabe quién. El tiempo narrativo enmarca la espera de la llegada del cadáver y del nombre del muerto. Es fácil imaginar la ansiedad que domina a los actores, hombres y mujeres, ellos más enteros y circunspectos, es su papel; ellas intentan mantener las formas pero dominadas por la incertidumbre. La espera permite ensimismamientos descriptivos de lo que han sido sus vidas en el contexto de la guerra civil. Ningún personaje se libra de recuerdos violentos y de las penalidades que pasaron para sobrevivir.
Una de las características esenciales de la novela es el reloj, o si se quiere el paso del tiempo, que parece suspendido. Otro aspecto importante es el papel de las mujeres de los guardias, en general con una entereza casi fatalista, como si su sino fuera aguardar lo peor en cualquier momento. Hay que recordar los tiempos en los que se había desarrollado su infancia y juventud. El ambiente se podría decir que más que cuartelario es carcelario, tanto los agentes como sus compañeras de vida están prisioneras de una situación de la que no pueden escapar, si bien lo desean, quieren irse de allí, conocer otro mundo, otra vida. Todo esto se manifiesta en un contexto de soledad donde la comunicación entre los personajes es difícil y la expresión de las emociones contenida al mínimo.
Aldecoa escribe con crudeza, de una manera sencilla y precisa, con detalle, como si mirara a través de una rendija; no embellece, no idealiza, describe lo que cree sucede entre las paredes del cuartel pero también en las paredes internas ocultas dentro de los personajes; se sumerge en sus recuerdos, en sus sentimientos no confesados, en el miedo, en los deseos frustrados.
OBRA
Poesía
· Todavía la vida (1947)
· Libro de las algas (1949)
Novela
Aldecoa había esbozado el plan de escribir tres trilogías, una dedicada a la gente de mar, otra a los mineros y una tercera “mixtificando el mundo de los guardias civiles, los gitanos y los toreros”.
· El fulgor y la sangre (1954), finalista del Premio Planeta (1954)
· Gran Sol, premio de la Crítica (1958)
· Con el viento solano (1956)
· Parte de una historia (1967)
· Los bienaventurados
· Solar del Paraíso
Colecciones de relatos
· El aprendiz de cobrador (1951)
· Espera de tercera clase (1955)
· Vísperas del silencio (1955)
· El corazón y otros frutos amargos (1959)
· Caballo de pica (1961)
· Arqueología (1961)
· Cuaderno de Godo (1961)
· Neutral corner, colección de microrrelatos (1962)
· Pájaros y espantapájaros (1963)
· Los pájaros de Baden-Baden (1965)
· Santa Olaja de Acero (1968)
· La tierra de nadie y otros relatos (1955-1968)
Adaptaciones cinematográficas
· “Young Sánchez”, dirigida por Mario Camus en 1963.
· “Con el viento solano”, dirigida por Mario Camus en 1965.
· “Los pájaros de Baden-Baden”, dirigida por Mario Camus en 1975.
· “Gran Sol”, dirigida por Ferrán Llagostera en 1989.
Otros artículos de este autor en el blog:
· Con el viento solano
· Gran sol
No hay comentarios:
Publicar un comentario