10 mar 2021

Otelo


William Shakespeare nació en Inglaterra en 1564 y murió en 1616 a los cincuenta y dos años. Su fecha de nacimiento no es segura pero sí se conoce el lugar en el que fue bautizado, en la Iglesia de la Santísima Trinidad en Strafford-upon-Avon, Warwickshire. Sus orígenes no eran precisamente pobres, su madre, Mary Arden procedía de una familia adinerada y su padre, John Shakespeare era un rico comerciante; William fue el tercero de ocho hijos.

Al poco de nacer William el padre cayó en desgracia, se le acusó de comercio ilegal de lana lo que le hizo perder su posición privilegiada en el gobierno del municipio. Se ha hipotetizado que su caída pudo tener que ver con la religión católica de la que podría haberse manifestado afín.

Aunque tampoco se conoce con exactitud, se ha apuntado que el infante William estudió en una escuela primaria que había en su localidad, y en la que pudo recibir una formación clásica en lengua y literatura latina. De todo esto no existe documento alguno que lo pruebe.

Al cumplir los dieciocho años se casó con Anne Hathaway que contaba veintiséis. En 1583 su hija primogénita, Susanna, es bautizada en Strafford; dos mellizos, niño y niña, Judit y Hamnet, sus dos siguientes hijos, fueron bautizados a continuación.

Entre esto y su presencia en Londres existe un período oscuro en el que no sabe lo que fue de él. Las teorías sobre lo sucedido durante este tiempo son dispares, hay quien dice que tuvo que huir por realizar caza furtiva, otros afirman que formó parte de una compañía teatral itinerante o que fue maestro rural; todo esto no son más que conjeturas, posibles, desde luego.

Sí, se sabe que en 1592 trabajaba como dramaturgo en Londres y era conocido en el mundillo teatral. En 1596 murió su hijo Hamnet. Aparte de escribir también actuaba y hay referencias constatadas de que en 1598 su nombre se encontraba en la lista de actores de la obra Every Man in His Humour. Poco tiempo después se convirtió en copropietario de su propia compañía: Lord Chamberlain’s Men, el nombre procede de su mecenas. Esta compañía tuvo una fama inmensa hasta el punto que el rey Jacobo I, tras subir al trono, se convertiría en su protector, su nuevo nombre sería desde entonces The King’s Men. Como consecuencia de este padrinazgo y el éxito que alcanzó llegó a hacerse bastante rico.

Tras de un largo periodo profesional regresó a Strafford en donde viviría hasta su muerte acaecida en 1616.

Después de todo lo dicho podemos constatar la gran cantidad de lagunas biográficas de Shakespeare. Y esto no ha hecho más que empezar pues en lo que se refiere a su obra, es decir, la adjudicada a su nombre, ha sido cuestionada por diversos estudiosos en la materia. Se ha llegado a decir que sus escritos podrían ser en realidad de Christopher Marlowe o de Francis Bacon. En cualquier caso, la obra de Shakespeare es valiosísima, se diga lo que se diga y se adjudique a quien se adjudique su autoría. No hay muchos datos sobre el autor por lo que pisamos el terreno de la pura especulación. Ciento cincuenta años después de la muerte de William Shakespeare comenzaron dichas conjeturas entre defensores y detractores. En la actualidad apenas se defiende la falsa autoría de Shakespeare
“Los documentos históricos demuestran que entre 1590 y 1620 se publicaron varias obras teatrales y poemas atribuidos al autor William Shakespeare, y que la compañía que representaba estas piezas teatrales, Lord Chamberlain's Men (luego King's Men), tenía entre sus componentes a un actor con este nombre. Se puede identificar a este actor con el William Shakespeare del que hay constancia que vivió y murió en Stratford, ya que este último hace en su testamento ciertos dones a miembros de la compañía teatral londinense.”
Los discrepantes dicen que las obras adjudicadas a Shakespeare pertenecerían a un autor que prefirió quedar en el anonimato. Se ha llegado a afirmar que William Shakespeare era un simple alias. Los que persiguen esta tesis piensan que es poco probable que alguien procedente de la clase rural pudiera escribir obras tan complejas que exigían múltiples conocimientos, algo propio de la nobleza.

Dicho esto lo que nos queda claro es que Shakespeare, o la falta de información que rodea su vida, le ha convertido en el centro de múltiples tesis discursivas tanto sobre su autoría, su vida privada, su vida sexual, la religión o su cultura. Por ejemplo, a nivel sexual se ha afirmado que era homosexual en base a una colección de sonetos que fue publicada sin su autorización.
“Dos amores tengo yo de disfrute y desesperación
los cuales como dos espíritus aún me sugieren que
el mejor ángel es un hombre blanco y derecho, y
el peor espectro, una mujer de color enfermizo.
Para ganarme pronto al infierno, mi mal femenino
se llevó al mejor ángel de mi lado,
y corrompería a mi santo para ser un demonio,
arruinando su pureza con su fétido orgullo (...)”
Sobre la religión también se ha dicho que era católico porque fue un protegido de Jacobo I, rey afín al catolicismo. Según parece, algunos miembros de su familia lo eran; poco más se puede decir al respecto. Algunas de las justificaciones que defienden esta tesis, como la de la historiadora Clare Asquith se basan en algunas expresiones que aparecen en sus obras, que enaltecerían a personajes católicos y denigrarían a los protestantes.

Si nos referimos a su nivel cultural, ya se ha dicho que procediendo del mundo rural y sin haber ido a la universidad, es difícil de imaginarle, según algunos estudiosos, escribiendo sus obras. Ahora bien, en Strafford había una magnífica escuela, allí pudo conocer a los clásicos latinos, y después formarse a sí mismo como autodidacta; se ha comentado de Shakespeare que era un ávido lector.

En cuanto a la fecha en que fueron escritas y publicadas sus obras, se mantiene la misma imprecisión. En el año 1623 se publicó el First Folio, recopilado y editado por dos actores y amigos de Shakespeare, John Hemiges y Henry Condell, en el que se incluyen todas las obras que se han anotado al nombre del autor menos Pericles, príncipe de Tiro, Los dos nobles caballeros, Eduardo III , Cardenio y Trabajos de amor ganados, estas dos últimas perdidas. El First Folio se publicó siete años después de la muerte de Shakespeare bajo el título de Mr William Shakespeare’s, Histories and Tragedies. El libro esta dividido en Tragedias, Historias y Comedias, en él no se hace referencia a su poesía. De esta obra se editaron setecientas cincuenta copias. Después de First Folio se realizaron otras recopilaciones que en la actualidad manejan los críticos, pero todo dentro de la niebla que envuelve la vida y obra de William Shakespeare.

Shakespeare, según los especialistas que le han estudiado, tenía una gran capacidad de síntesis, utilizaba un léxico extenso, por algunos momentos, según los mismos críticos, componiendo textos bastante barroco. Se le ha comparado o alineado en cuanto a trayectoria literaria con Luis de Góngora, Lope de Vega, Quevedo o Cervantes.

De su obra se ha señalado el distanciamiento de Shakespeare respecto a sus personajes. Es su intención no moralizar, no dar lecciones de cómo podrían hacerse las cosas en otro mundo. Él expone lo que ve como característico de la condición humana. ¿Qué pensaba él mismo sobre lo que dicen y hacen sus personajes? Es un misterio.
“Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, que todas las que pueda soñar tu filosofía.”
                                                                                                                                          Hamlet, 1.° acto, escena V.
“La vida es una historia contada por un idiota, una historia llena de estruendo y furia, que nada significa.”
También se ha dicho de Shakespeare que “es capaz de ver un universo en una cáscara de nuez”. En contraposición, se ha añadido que toda esa creación está encerrada en cada personaje sin que pueda ser compartida por otros personajes. Hablan de sí mismos, se escuchan, pero no atienden a los otros. Harold Bloom, crítico de Shakespeare, le compara con Cervantes en este aspecto, y dice que Cervantes es empático y que los individuos que pueblan sus obras aprenden unos de otros, están conectados; todo lo contrario que en Shakespeare.

Aunque lo que más ha trascendido de Shakespeare han sido sus obras de teatro y sus comedias, es obvio que su poesía tuvo mucha importancia en su tiempo. Se ha escrito que “él mismo se valoraba más como lírico que como autor dramático y solamente como tal esperaba perdurar a su tiempo”. Escribió poemas muy extensos, auténticas narraciones, pero ha pasado a la historia, siempre según la crítica, “como un excepcional autor de sonetos puramente líricos”.

Para las letras españolas, Shakespeare siempre ha sido una fuente de inspiración, pero es en el siglo XVIII cuando adquiere una cierta relevancia. Los ilustrados españoles se empezaron a interesar por él, por ejemplo, Ramón de la Cruz tradujo del francés Hamlet. Teodoro de la Calle tradujo Macbeth o los Remordimientos en 1818. El año 1872 fue importante en nuestro país porque se editaron las obras de Shakespeare traducidas directamente del inglés. Rubén Darío lo leyó con extremado interés, y no fue al único autor iberoamericano al que influyó.

Si nos referimos al cine, el salto de las obras de Shakespeare a la gran pantalla ha sido ingente. Se han hecho unas doscientas cincuenta películas basadas en sus obras.

Obras principales

Tragedia: Antonio y Cleopatra, Criolano, El rey Lear, Hamlet, Julio Cesar, Macbeth, Otelo, Romeo y Julieta, Tito Andrónico y Troilo y Crésida.

Comedia: A buen fin no hay mal tiempo, Cardenio, Cimbelino, Como gustéis, El mercader de Venecia, El sueño de una noche de verano, La comedia de las equivocaciones, La fierecilla domada, Las alegres comadres de Windsor, La tempestad, Los dos hidalgos de Verona, Los dos nobles caballeros, Medida por medida, Mucho ruido y pocas nueces, Noche de reyes, Timón de Atenas, Trabajos de amor perdidos, Cuento de invierno.

Drama histórico: King John, Ricardo II, Enrique IV, Enrique V, Enrique VI, Ricardo III y Enrique VIII.

Otras obras: Sonetos, Venus y Adonis, La violación de Lucrecia.

Vayamos con Otelo, obra escrita posiblemente, hacia el año 1603, después de Hamlet. La primera representación se produjo en el palacio de Whitehall de Londres en 1604.

Los personajes principales son: Otelo (moro al servicio de Venecia), Desdémona (hija de Brabancio, esposa de Otelo), Yago (alférez de Otelo), Casio (teniente de Otelo), Dux de Venecia (cargo más alto de Venecia), Brabancio (padre de Desdémona, duque de Venecia), hay más personajes pero con estos bastan. Los citados participan en el meollo de la cuestión de manera significativa.

La obra se compone de cinco actos que se reparten doce escenas. Para no desvelar los entresijos de la obra diré nada más que Otelo es moro, algo que en Venecia no se veía bien porque llevaban guerreando contra ellos largo tiempo, con alto coste en bienes y vidas de buenos venecianos. Pero este Otelo está al servicio de Venecia, defendiéndola. Es un hombre dedicado a su trabajo, respetuoso con el orden establecido y enamorado perdidamente de la bella Desdémona, hija de Brabancio, duque de Venecia. Ahí empieza el problema que se soluciona con el matrimonio entre los dos a pesar del disgusto del padre, pero las envidias, las intrigas y los celos van a convertir un hecho romántico feliz en una “tragedia” dolorosa. Los hechos que se narran resultan modernos en cuanto a expresividad e incluso sensualidad, que se comunica sin tapujos. El léxico de la obra es exquisito, como en general es todo lo que ha escrito Shakespeare, destacando, además, por un gran lirismo.

Otros artículos sobre Shakespeare en este blog:


No hay comentarios:

Publicar un comentario