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22 ago 2023

Sobre el alma

ELLA, MALDITA ALMA (1999)

Manuel Rivas


Por Ángel E. Lejarriaga



Manuel Rivas (1957), escritor y periodista, nació en La Coruña en el seno de una familia de clase obrera, su padre era albañil y su madre lechera. En un principio no estuvo claro su futuro a corto plazo, en realidad nunca está claro el de nadie, pero bañado por un mar de consejos que le conducían por diversos senderos, entre otros que se dedicara a la albañilería, él se decidió por estudiar. Desde edad temprana demostró sus dotes para la literatura, a los quince años ya escribía para el diario El Ideal Gallego. Este incipiente talento le llevó a abandonar Galicia, a su pesar, para cursar en Madrid Ciencias de la Información. Para financiarse los estudios universitarios en la capital del reino tuvo que trabajar. Su horizonte creativo le empujaba con fuerza a buscar nuevos horizontes, y no tardó en encontrarlos en el grupo vanguardista “Loia”, que editaba una revista con idéntico nombre. Recién cumplidos los diecinueve años pasó a formar parte de la redacción del primer semanario en gallego: Telma.

A partir de ese momento, a pesar de su juventud, su actividad intelectual se volvió frenética, trabajó en prensa escrita (Diario de Galicia ―del que llegó a ser subdirector―, El Globo, El País y la revista cultural Luzes de Galiza, entre otros); también hizo televisión y radio. Su actividad como militante de movimientos sociales tuvo y tiene resonancia nacional e internacional: fue socio fundador de Greepeace en España, participó en la creación de la plataforma cívica Nunca Máis durante el desastre del Prestige, y en otras muchas actividades reivindicativas que dejan constancia de su compromiso y de su posicionamiento político.

En fin, se podría afirmar que es todo un personaje público, no solo en el campo de las letras; digamos que se encuentra comprometido con su tierra, Galicia, con el medio ambiente y con la justicia social en general, compromisos bastante escasos en nuestro tiempo cuando la mayor preocupación de la intelectualidad es no morder la mano que les da de comer. Algo muy importante para él fue ser elegido en el año 2009 miembro de la Real Academia Gallega.

Ya se he hablado brevemente de su labor periodística, también de su activismo, y llegamos a la literatura, su gran pasión. Manuel Rivas escribe novela, ensayo, teatro y poesía. En lo que respecta al periodismo, existe una recopilación de sus artículos en prensa publicada en 1998: El periodismo es un cuento.

Sus inicios literarios fueron poéticos; el primer poemario publicado es Libro de Entroido (1979), al que siguieron diez más, el último en el año 2021: O que fica fóra. No me olvido, por supuesto, de su trabajo como cuentista, un género que maneja a la perfección, esbozando retratos interiores y exteriores del mundo que le rodea con una gran fuerza, desde una mirada fina y precisa. En 1989 ganó el Premio de la Crítica de narrativa gallega con el libro de narraciones cortas Un millón de vacas. En 1996 recibió los premios Nacional de Narrativa y Torrente Ballester por otra recopilación, ¿Qué me quieres amor?, que incluye su famoso relato, convertido en película por José Luis Cuerda, La lengua de las mariposas

Con respecto al género novelístico quizá la obra más conocida y laureada ha sido El lápiz del carpintero (1998). Siendo la última referencia publicada La niña lectora (2022), una historia entrañable y emocionante situada en Galicia en los primeros años del siglo XX. En ella se narran las vicisitudes de una niña de clase baja que con voluntad férrea, a pesar de todos los impedimentos que se cruzan en su camino, logra acudir al colegio, a aprender a leer y a ayudar a las compañeras de su madre a sobrellevar sus miserables trabajos, transmitiéndoles el amor por la cultura y sobre todo, esperanza en un mundo mejor.

Como se puede comprobar en el listado de su obra, sus publicaciones son bastante extensas. A modo de curiosidad menciono que fue finalista del Premio Hammett con su novela negra Todo es silencio, publicada en el año 2010, que se convertiría en película dos años después de la mano, otra vez, de José Luis Cuerda. A todo lo dicho hay que sumar que ha cultivado con profusión el género del ensayo. Tiene, además, una obra de teatro.

Galicia está presente en sus relatos, él no nos dice lo que tenemos que ver o interpretar en sus páginas, abre su ventana literaria, nos deja que miremos a través de ella y saquemos nuestras propias conclusiones. Él conoce bien su tierra y es capaz de destacar aspectos de la misma que para nosotras pasarían inadvertidos.

Ella, maldita alma (1999), es una recopilación de trece relatos: La vieja reina alza el vuelo, La novia de Liberto, Ella, maldita alma, Charo A’Rubia, La trayectoria del balón, La barra de pan, La rosa de piedra, El loro de La Guaira, Camino del monte, Jinetes en la tormenta, La maldición de la Malmaison, El nido de amor y O’Mero.

El relato que da título al libro: Ella, maldita alma, podría ser la piedra angular del conjunto, Rivas dice que el alma “nos obliga a abrir los ojos”, con lo bien que estaríamos, en ocasiones, si los mantuviéramos cerrados, a fin de cuentas, es lo que hace la mayoría de la humanidad.

Es difícil entender el alma desde el materialismo pero tratándose de un escritor gallego podemos asimilar el concepto desde un sentido mágico ―sin pretenderlo el autor―, con una presentación de posibilidades de manifestación de la misma. En cualquier caso, la sensación que producen los relatos de Rivas es que mientras estamos vivos existe alma, magia, o lo que sea que nos hace sentirnos en orden con el mundo y sus circunstancias, en ocasiones de manera dramática en otras de manera feliz. De este modo, en una reconciliación puede manifestarse esa idea intangible que manejamos, en la expiación de la culpa, en un viaje al Gran Sol amasado con ilusiones y miedos; ¿acaso nos hemos olvidado ya de los peligros del mar en forma de melancolía y cánticos de sirenas? No, el fantasma de Ulises no lo ha olvidado.

Los relatos están integrados perfectamente en un variado y posible sentir humano, y afinando mucho, en la sensibilidad idiosincrática gallega, en sus tribulaciones, en la emigración forzosa, en el hambre, en el amor incondicional hacia sus vástagos de las matriarcas, de las madres, en el onirismo que palpita en su transmisión oral siempre viva. Todo esto y más se encuentra en las páginas de este libro. Hay quien ha escrito que cada una de las narraciones es un puzle que termina conformando una imagen poética.

Obras

Poesía

Libro de Entroido (1979)
Balada nas praias do Oeste (1985)
Mohicania (1986)
Ningún cisne (1989)
Costa da morte blues (1995)
O pobo da noite, antología (1996) 
Do descoñecido ao descoñecido, obra poética 1980-2003 (2003)
El pueblo de la noche y Mohicania revisitada (2004)
A desaparición da neve (2009)
A boca da terra (2015) 
O que fica fóra (2021)

Narrativa

Todo ben (1985)
Un millón de vacas (1990). Relatos y poemas 
Os comedores de patacas, novela (1992) 
En salvaxe compaña, novela (1994) 
Que me queres, amor? (1996). Relatos
Bala perdida (1997)
O lapis do carpinteiro (1998) 
El secreto de la tierra (1999). recopilación de Un millón de vacas y Los comedores de patatas 
Ela, maldita alma (1999). Relatos
A man dos paíños (2001). Relatos
As chamadas perdidas (2002). Relatos
Contos de Nadal (2003) 
Nosotros dos (2003). Relato
Os libros arden mal (2006) 
Todo é silencio (2010) 
O máis estraño (2011). Relatos
As voces baixas (2012). Autobiografía
O último día de Terranova (2015)
Vivir sen permiso e outras historias de Oeste (2018). Relatos
O Chispas (2020)
A nena lectora (2021)

Ensayo

Toxos e flores (1992)
Galicia, el bonsái atlántico (1994)
El periodismo es un cuento (1997)
Galicia, Galicia (1999) 
Muller no baño (2002) 
Os Grouchos (2008)
A corpo aberto (2008) 
Vicente Ferrer. Rumbo a las estrellas con dificultades (2013). Biografía
Contra todo isto: un manifesto rebelde (2018) 
Libro dos manifestos (2019)
Zona a defender (2020) 

Teatro

O heroe (2006) 




11 sept 2019

El lápiz del carpintero

Por Ángel E. Lejarriaga



Manuel Rivas Barrós (La Coruña, 1957) es gallego y escribe en gallego, lo cual tiene mucho mérito en un país como en el nuestro en el que todo lo que se salga de los valores patrios es denostado y vilipendiado, cuando no condenado. Además, es muy polifacético: ejerce de periodista, escribe novela, poesía y ensayo, y de vez en cuando hace algún que otro guión de éxito. Colabora con el diario El País.
Sus principios humildes no le presagiaban un buen porvenir, quién lo iba a decir, hijo de un albañil y de una lechera. Sin embargo, la voluntad de los padres y la del hijo se confabularon para que el mal presagio no se materializara. De todas formas, hay que mentar que Manuel Rivas no era precisamente torpe en lo que se refiere al desarrollo intelectual, las letras, de manera misteriosa, debieron poseerle al nacer pues a unos tempranos quince años comenzó a ejercer de periodista para el diario El Ideal Gallego. Como tenía claro lo que quería ser, algo bastante insólito a esas edades, en cuanto acabó el bachiller se marchó a la capital del reino para estudiar Periodismo, ya conocido como Ciencias de la Información. Desde entonces este ha formado parte íntima de su vida, compatibilizándolo, paralelamente, con la escritura en todas sus facetas y posibilidades.
No hay que dejar a un lado al Manuel Rivas militante, socio fundador de Greenpeace España y participante en la plataforma Nunca Máis tras los sucesos del Prestige.
Forma parte de la Real Academia Gallega desde el año 2009.
Entre 1980 y 2015 ha publicado diez libros de poesía. En la narrativa se inicia en 1985 con Todo ben, a la que siguen dieciocho libros más, el último en el año 2018. En 2012 publicó As voces baixas, un libro considerado autobiográfico. Ha escrito una obra de teatro O héroe en 2006 y nueve libros de ensayo. Hay que decir que se ha llevado bien con el cine pues varios de sus escritos no solo han pasado por la gran pantalla sino que han sido galardonados: Todo es silencio, dirigida por José Luis Cuerda en 2012; La lengua de las mariposas o El lápiz del carpintero.

En lo que respecta a premios, ha recibido muchos, cito algunos: Premio de Poesía Nova de O Facho 1980 por el poema Pra escarnho e mal dizer, Premio Leliadoura 1989 por Ningún cisne, Premio de la Crítica de narrativa gallega 1989 por Un millón de vacas, Premio Nacional de Narrativa 1996 por ¿Qué me quieres, amor?, Premio Torrente Ballester 1996 por ¿Qué me quieres, amor?, Premio de la Crítica de narrativa gallega 1998 por El lápiz del carpintero... y cinco más.

O lapis do carpintero (1998) se publicó en 1998 y tuvo una gran acogida del público. El ser llevada al cine por Antón Reixa la hizo más popular si cabe. La novela es corta y cuenta una historia de amor, de genocidio, de miseria humana, de crueldad, de tenacidad, de convicciones inamovibles que se sitúan por encima de la vida y la muerte; pero sobre todo, es una historia de amor. Los protagonistas son el médico republicano Daniel da Barca y una hija de familia de derechas, Marisa Mallo. El escenario en que se desenvuelve el idilio es el del golpe de Estado fascista del 18 de julio de 1936, la consiguiente guerra civil entre los sublevados y el gobierno republicano legítimo que defendía el orden constitucional, y la postergara.
«En la cárcel de Santiago de Compostela, en el verano de 1936, un pintor dibuja el Pórtico de la Gloria con un lápiz de carpintero. Los rostros de los profetas y de los ancianos de la Orquesta del Apocalipsis son los de sus compañeros republicanos de presidio. Un guardián, su futuro asesino, lo observa fascinado…»
La narración si bien cuenta la historia de los personajes hasta situarlos en el centro de la escena, cada uno con su protagonismo particular, lo hace con lirismo, con poesía, por momentos te pierdes ante la belleza del lenguaje ante el contraste de la crueldad a la que son sometidos los protagonistas. Hay evocaciones históricas y también sesudas reflexiones sobre la existencia. No falta algo de realismo mágico que convierte a un inocente lápiz de carpintero en una especie de barita mágica y al fantasma de su antiguo dueño en un intrépido consejero de su asesino, Herbal. La entereza del doctor nos da vida, nos cuenta que solo te pueden matar para acallar tu esencia y que las ideas y el amor no hay forma de asesinarlo. Pero no olvidemos un detalle, en esta narración hay mucho dolor, eso hace que el amor, por momentos, fluya parejo al odio, un odio frío, calculado, que te hace desear el mal para algunas de las sombras siniestras que pululan por los rincones más oscuros como es la cárcel de Santiago.
Entrañable lectura y a la vez dolorosa, a pesar del tiempo transcurrido, porque nos describe indignidades e injusticias que todavía al día de hoy no han sido reparadas.